domingo, 26 de junio de 2011

Un Mundo en Transición

¿Sientes que el tiempo pasa volando más rápido que de costumbre? ¿Sientes como si a toda tu vida la estuvieran sacudiendo de cabeza, o que mucha gente a tu alrededor está pasando por cambios inesperados o dramáticos? Todos podemos sentir que algo está sucediendo en nuestro planeta. Clima caótico, desastres naturales, agitación mundial y cambios dentro de nuestras vidas personales se están produciendo con mayor frecuencia y mayor intensidad.

Las profecías del Calendario Maya, Nostradamus y la Biblia nos indican que estamos viviendo ahora en ‘los tiempos finales’. No necesariamente el final del tiempo, pero sin duda el final del tiempo tal como lo conocemos, el final de un ciclo. Muchos de los antiguos profetas pudieron ver hasta un cierto punto en el futuro y luego ya no más. Estamos llegando a una página en blanco, el comienzo de un nuevo capítulo que todavía estamos por escribir. Lo que haya en este nuevo capítulo depende de nosotros.

Gregg Braden, pionero en cerrar la brecha entre la ciencia y la espiritualidad, ofrece la teoría de que nuestro planeta ha entrado ahora en una fase geofísica que se predijo hace milenios, un ‘Cambio de las Edades’. (Braden, Gregg, (1997), Despertar al Punto Cero: La Iniciación Colectiva, Radio Bookstore Press) Según esta teoría, la Tierra literalmente se está acercando al ‘campo magnético de punto cero’, que se espera alcanzar en el 2012, la misma fecha propuesta por el Calendario Maya. A medida que nos acercamos al punto cero, estamos experimentando la aceleración literal del tiempo, estragos en nuestros patrones climáticos y una transformación de la conciencia. Alcanzar el punto cero es un evento cíclico, y las culturas antiguas lo veían como iniciaciones, un período de grandes desafíos que culminaban en un cambio profundo. El fallecido visionario Edgar Cayce profetizó que llegarían estos tiempos de gran transformación mundial. Él predijo que “estos cambios no conducirán al fin del mundo, sino, con el tiempo, al amanecer de una Nueva Era de esperanza y de comunidad para toda la humanidad.” (EdgarCayce.Org)

David Rosen Rippe y Jared escriben acerca de este cambio en su revolucionario libro “The Flip: Dale la Vuelta a tu Mundo” (Rippe, David and Rosen, Jared (2006), The Flip-Turn Your World Around, Hampton Roads Publishing, Virginia), el cual describe dos mundos que existen en la Tierra hoy en día. “Uno es un mundo al revés, donde la gente se siente estresada, asustada e impotente... sienten que se dirigen hacia un mundo irremediablemente contaminado donde cosas como los servicios de salud inasequibles, las corporaciones poco éticas, el trabajo carente de sentido, la escasez de recursos, y la guerra sin fin parecen inevitables. El otro es un mundo que está Al Derecho. La gente en este mundo sabe que el bienestar emocional y espiritual, un trabajo significativo, la salud natural, prosperidad mundial, los recursos naturales renovables, y el sentirse conectado con los demás es posible. Estas personas saben que sus decisiones individuales afectan las vidas de todos los demás... La humanidad se encuentra en un puente entre estos mundos y tienen que elegir entre ir en una dirección o la otra... ¿Qué lado eliges tú?”

Desde una perspectiva espiritual o energética, en los años previos al 2012, la Tierra y todos los seres en ella están avanzando hacia un estado superior de conciencia. Es decir, mientras que antes todos estábamos sintonizados con la realidad 3D, ahora a todos se nos está preparando para ser expandidos para la experiencia 5D, que incluye entre otras cosas, un estado más equilibrado de ser para nosotros mismos y el mundo, un aumento en la percepción multisensorial y una mayor conciencia de ese gran misterio: quiénes somos realmente y por qué estamos aquí.

Pasar a una dimensión superior es como cambiar de la televisión estándar de libre acceso a la televisión satelital. Hay más elecciones, más opciones, más libertad, y nuestro rango de visión aumenta considerablemente. Algunos buscadores espirituales llaman a este proceso Ascensión. Otros dicen que estamos entrando en la Edad Dorada. Los partidarios de la religión están anticipando la Segunda Venida, mientras van marcando los acontecimientos actuales en el Libro de las Revelaciones. Quienes tienen una mayor inclinación por el cosmos viven con la esperanza de que naves espaciales de planetas más evolucionados que nosotros vendrán a ayudarnos a salvarnos de nosotros mismos. Creo que en realidad ellos podrían estar considerándolo – pero ¡sólo una vez que estén seguros de que no vamos a lanzarles un ataque con misiles a gran escala! Así que, por ahora, depende de nosotros.

‘Nosotros somos aquellos a quienes hemos estado esperando.’ – Profecía Hopi

Comoquiera que queramos llamar a estos tiempos, la humanidad está unida en la creencia de que estamos llegando al final de algo, y nadie está muy seguro de cómo van a resultar las cosas. Algunas personas creen que nuestro nuevo capítulo se llama ‘la transformación de la humanidad’, mientras que otros piensan que va a ser ‘la destrucción de la humanidad’. Mi voto es por el primero. Las profecías del Calendario Maya dicen que estamos en el período de transición en este momento, pasando de un modo de ser a otro, con la fecha oficial del cruce produciéndose al final del 2012. Es decir, tenemos hasta entonces para que el mayor número posible de nosotros nos alineemos con nuestra nueva realidad preferida, y participemos activamente en su creación. Esto lo hacemos simplemente siendo nuestro verdadero yo. Expresamos nuestro verdadero yo cada vez que escuchamos y seguimos nuestros instintos, sentimos nuestros sentimientos, expresamos nuestra verdad y reconocemos todo lo que somos.

Nuestro verdadero yo está codificado con las exactas, correctas, y más perfectas habilidades y talentos, requeridos para crear nuestro nuevo capítulo. Juntos somos los constructores, arquitectos, pintores, plomeros, electricistas, carpinteros, diseñadores de interiores, decoradores y jardineros de nuestro nuevo mundo. Somos los chefs, animadores, artistas, músicos, escritores, padres, maestros y sanadores. Tenemos conductores de camiones descargando los equipos y personas entrando los muebles. Todo el mundo tiene un papel en el show más grande en la Tierra. Es una producción sincronizada, sumamente organizada. Nosotros somos los líderes y miembros de nuevas formas más iluminadas de gobierno. Somos los custodios de un medio ambiente muy preciado. Somos los productores y los espectadores de medios de comunicación empoderadores y veraces. Somos los guardianes que garantizan una distribución equitativa de los recursos planetarios y financieros. Somos los desarrolladores de una educación creativa, servicios naturales de salud accesibles, alimentos nutritivos naturales, desarrollo sostenible, y viviendas que utilicen recursos naturales renovables. Somos una sola humanidad, y nos aseguramos de que todos los miembros de nuestra familia global sean atendidos.

Fragmento del Libro “Un Nuevo Capítulo” de Dana Mrkich

sábado, 18 de junio de 2011

VÍCTIMA O CREADOR

En la vida, la actitud lo es todo. Las circunstancias que han moldeado nuestras vidas son tan únicas e individuales como lo son nuestras personalidades - no hay dos que sean iguales - y sin embargo nuestra habilidad para crecer como individuos, evolucionar en seres más compasivos, amorosos y conscientes, no depende de lo que nos ha sucedido, sino de nuestra actitud hacia estas situaciones. Cuando nos enfrentamos con lo más difícil, ¿qué hago, retrocedo o avanzo? ¿Me resisto o abrazo la situación para crecer más?

En última instancia, son dos las actitudes que tomamos en la vida: la de ser una víctima o un creador. La víctima no ve la belleza, ni la abundancia, ni la perfección que yace en cada momento, porque tiene una idea de cómo las cosas tendrían que ser, una idea que muy raramente se confirma, una idea que siempre está en contra de lo que realmente es. Esta inconformidad es enojo, es rabia - enojo con la vida, enojo con Dios - pero en la víctima se manifiesta como algo pasivo, una pesadez depresiva, inerte y hasta desinteresada, mostrándose más como tristeza que como rabia. Es odio a uno mismo, violencia hacia uno mismo. Esto es un rechazo fundamental a lo que es: es violencia hacia la vida misma.

La única forma de romper con este victimismo hacia la vida es tomando el rol de creador. Un creador alaba su creación; la víctima la critica. Un creador vive en apreciación; la víctima se queja, no tomando responsabilidad. Son totalmente opuestos. El creador abraza lo que sea que se presenta en su camino. Tiene un SI para todo, y entonces la vida es vivida en abundancia. La víctima, por otra parte, es resentida y negativa. No puede ver la perfección ni la belleza porque tiene una idea rígida de cómo las cosas tendrían que ser. Envuelto en un manto de pasividad, ésta es la rabia máxima: el rechazo a la existencia, la negación de lo que es.

Cuando sea que miro mi vida con un NO, con una idea mejor de cómo tendrían que ser las cosas, estoy rechazando la vida. Como no puedo controlar, entonces no voy a jugar. Como no puedo entender, no voy a aceptar. Así es el extremo obsesivo de un intelecto miedoso, sus complicaciones le chupan toda la dicha a la vida. La conciencia, en cambio, vive en unión con el corazón, no hay preguntas allí. Cuando tú eres lo absoluto la necesidad desesperada por entender desaparece, es absorbida por la alegría preñada de ser puro. El corazón no quiere nada más cuando ha encontrado el amor.

¿Cómo puedo transformarme de víctima en creador? Enfocándome en la conciencia, en la profundidad silenciosa que yace dentro de todos nosotros, hasta que me transforme en una mente sin pensamiento. ¿Por qué? No hay por qué. Sólo es. Es sólo la experiencia de ser eso. Cuando ves tu resistencia, déjala ir. Recuerda que cuando puedo fluir, cuando me entrego, estoy siendo Dios. Cuando peleo, soy ese niño resentido que no quiere tomar responsabilidad: hay algo que podría ser mejor en este momento…eso es injusto… Eso no es verdad. Porque Dios es todo. Dios es todo. Tú eres Dios en todo y todo es tu creación. Y Dios es dicha. Isha

lunes, 13 de junio de 2011

Amistad Intima con la Divinidad

Queridos, una íntima amistad con la divinidad es el profundo sentimiento de unidad, de no separación, el cual algunos de vosotros habéis sentido, por momentos, en vuestra vida.

Te Preguntas, “¿Por qué, dura tan tampoco tiempo?”. Te decimos que el primer paso para que este estado del ser sea permanente, es relacionarte íntimamente, muy íntimamente, contigo mismo, ya que la Divinidad es la verdad que tú eres.

El cómo, es muy sencillo en verdad. En la relación íntima con tu Ser se trata de adueñarte de todas y cada una de las facetas que eres, especialmente de esos aspectos que consideras indeseables o indignos de ser amados. Tú sabes.... todas aquellas cosas que preferirías, que tus mejores amigos no supieran de ti.

Lo que evita esa relación íntima, es el miedo de que no eres lo suficientemente bueno, indigno del amor o de la iluminación, o de todas las cosas maravillosas de este mundo. Ese miedo está desenfrenado en tu plano de existencia. Es el miedo que conociste muy pronto después de tu nacimiento. Es el miedo que te pasaron a través de tus padres, de la consciencia colectiva, y a través de todos los que has contactado en tu vida diaria.

Si entiendes que tu verdadera naturaleza es Divina y que lo que evita que sientas ese conocimiento, es simplemente el miedo, entonces podrás elegir conscientemente una forma diferente de ser. Se puede decir que no se trata de hacer nada. La divinidad o la iluminación no consiste en “el hacer”. Se trata de ser quien realmente eres, en todo momento. Mientras escondas la divinidad que eres, no puedes transformar aquellos aspectos de ti que no expresan la idea más alta de lo que puedes ser. ¿Entiendes lo que digo?

Ese miedo, de creer que no eres suficiente, no es el miedo de la racional e inteligente persona que pareces ser. Es el miedo del pequeño niño que habita en ti, que ha estado aterrorizado durante todos estos años, creyendo que no es digno del amor. Esa pequeña persona dirige tu vida. Esa pequeña persona hace que actúes de forma reactiva ante la vida, intentando aparentar aquello que crees que no eres.

Cuando integres a ese pequeño en ti, y te hagas dueño de todos los aspectos que eres, sabiendo que lo que no es amor y alegría, es simplemente la reacción del pequeño niño asustado. Es entonces cuando podrás comenzar, a relacionarte íntimamente contigo mismo. Entonces tu vida se empezará a transformar. Y es entonces cuando empezarás a disfrutar de una vida de alegre y apasionante creatividad. La reacción asustada de esa pequeña persona, te ha mantenido encadenado a patrones de auto sabotaje, que se repiten durante ya mucho tiempo.

Al aceptar el regalo de la intimidad contigo, adueñándote de cada una de las facetas que eres, abrazando todo aquello que no exprese la idea más elevada de lo que puedes ser, entonces creas ese espacio para sentir el amor de tu propio ser y ser el amor. El acto de abrazar en el ojo de tu mente al ese pequeño que está en ti, es un acto de amor, un acto de compasión.

Queridos, el amor es tu divinidad. Amor es otro nombre para Diosa/Dios, El todo lo que es. Amor significa no separación. El amor son los cimientos de la creación. El amor es la verdad que eres.

En tu vida diaria, presta atención a tus reacciones, a tus sentimientos. Tus sentimientos son tu barómetro. Cuando los sentimientos son plácidos, alegres y divertidos, entonces no hay un auto juicio negativo. Estás en el momento presente, permitiendo el fluir de la vida. Cuando los sentimientos no son buenos, entonces es que hay algo que alinear. El pequeño que hay en ti, está reaccionando a algo que está fuera y que le ha hecho recordar el sentimiento de que no es suficiente.

En ese momento, mientras estás en la emoción, tienes una elección. Puedes seguir en el mismo y recurrente patrón de esconderte del miedo, o puedes detenerte e ir dentro de ti, donde está el pequeño. Abrazarlo con amor y compasión y cambiar así la situación. Te decimos que donde más rápido ocurre el cambio es en la emoción.

En otras palabras, la transformación no está en el intelecto. El intelecto te puede hacer entender el cómo y el por qué, pero por sí mismo no crea transformación. La emoción, o energía en movimiento, es tu poder. Es en tu emoción donde te puedes transformar, porque es el gran imán que crea el reflejo, de eso que llamas tu vida exterior.

Tus ideas y creencias sobre lo que eres, envueltas en la emoción de esas ideas y creencias, es lo que crea tu realidad, y cada experiencia de tu vida. Puedes cambiar tus ideas de lo que eres, pero hasta que no las envuelvas en la alegre emoción de saber esa verdad, no cambiarás tu experiencia de la realidad, o mejor dicho de realidad percibida.

Esa elección es tuya en cada momento. Tu eres un gran y soberano ser espiritual que ha elegido venir a este plano de realidad, para tener esta gran y poderosa experiencia espiritual, llamada ¡“Vida humana ahora”! No hay un momento en el que estés realmente separado de tu divinidad. Eres en todo momento, una perfecta y eterna expresión de la creación, sin importar lo que pienses de ti mismo. La separación es una ilusión. Es ese pequeño que vive en ti, con el miedo de que no es suficiente. Es tu elección trascender la ilusión o no. Te recordamos que si eliges no seguir el camino de crecimiento y expansión, es la elección de un gran maestro y no hay juicio sobre ello.

Sin embargo, estás aquí leyendo esto es porque deseas esa expansión, y te decimos: ¡Deja de luchar! Esa lucha en sí misma, es el producto del miedo de creer que no lo vas a conseguir. Es vivir en el futuro. Cuando vives en el presente y sintiendo “el cómo se siente”, no hay el pensamiento de que no lo vas a conseguir. ¿No te das cuenta de que lo que persigues ya es? En el momento en que te honres, relacionándote íntimamente con la divinidad que eres, amando y teniendo compasión por todos los aspectos de ti. Es entonces el momento en el que experimentas, la relación íntima con la divinidad que eres. De esta forma permites el surgir de esa eterna verdad que ya eres.

Elige conscientemente el experimentar amor, alegría, belleza, armonía, mucha abundancia, y la diversión de la vida. Cada día, al comenzar el día, afirma que eso es lo que deseas experimentar durante el día. Da gracias por el milagro de la divinidad que eres y ve con la intención de que así será. Tú eres amor, alegría, etc.

Cuando atraigas una experiencia que no sea así, simplemente aquiétate y ve al sentimiento. Ve al pequeño y estréchalo entre tus brazos. Estate con él, hasta que sientas al calor y el confort. La zona de confort te dice que ya estás de nuevo centrado para experimentar más amor, alegría, etc. ¡Inténtalo y ve que pasa! ¡Te prometemos transformación!

Te amo profundamente, querido mío. Estás en mi corazón.

¡Namaste!

Por Jani King

http://www.ptaah.es/ptaahs_009.htm