Introducción
Las siguientes prácticas, simples
pero poderosas, pueden conducirle a contemplar de un nuevo modo sus
circunstancias personales, y así crear nuevas posibilidades para su realización
personal.
1. Invertir juicios.
Intente darse cuenta de cuando
está juzgando o criticando a alguien por algún motivo. Por ejemplo, en la cola
de una tienda de comestibles, usted podría impacientarse y pensar que la
persona que hay delante de usted es desaliñada y maleducada. Rápidamente
invierta su juicio y pregúntese: ¿Es eso igual de verdadero sobre mí? ¿Soy yo
maleducado? (¿Lo soy algunas veces; Con otros – o conmigo mismo?) ¿Soy grosero
en mi interior cuando pienso que ellos son groseros?
Este ejercicio quita su atención
del “otro” y la coloca en usted. El perdón es el resultado natural. Colocar la
culpa o un juicio en alguien le deja impotente para cambiar su experiencia;
Asumir la responsabilidad sobre sus creencias y juicios le da el poder para
cambiarlos.
Recuerde, más allá de la
apariencia de quién ve ante usted, es siempre Dios disfrazado a fin de que
usted puede conocerse. Invertir los juicios permite perdonar totalmente. El
perdón conduce a la conciencia de uno mismo, y restablece la integridad
personal.
2. Los tres tipos de asuntos.
Sólo hay tres tipos de asuntos en
el universo: Los míos, los tuyos, y los de Dios. ¿De quién es asunto si ocurre
un terremoto? De Dios. ¿De quién es asunto que su vecino tenga un césped
descuidado? De su vecino. ¿De quién es asunto el que a usted le enoje que su
vecino tenga un césped feo? Suyo. La vida interior es así de simple.
Cuente en intervalos de cinco
minutos cuántas veces está mentalmente en los asuntos de otra persona. Dese
cuenta de cuando da un consejo no pedido u ofrece su opinión acerca de algo (en
voz alta o en silencio). Pregúntese:”¿Es asunto mío?” “¿Me han pedido consejo?”
Y lo que es más importante, “¿puedo tomar el consejo que ofrezco y aplicarlo a
mi propia vida?”
3. Permanecer en los asuntos de
nadie.
Tras trabajar en la práctica de
permanecer fuera de los asuntos de los demás, trate de permanecer igualmente
fuera de sus propios asuntos. No se tome demasiado en serio cualquier cosa que
crea que sabe sobre usted mismo. “¿Soy sólo este cuerpo físico?” ¿Es cierto
eso? ¿Puedo tener la absoluta certeza de que es verdad? ¿Por qué paso al
mantener esa creencia? Hay una creencia extendida que somos nuestros cuerpos y
moriremos. ¿Quién sería sin esa creencia?
4. “Desprenderse” de su cuerpo /
su historia
Intente hablarse así mismo por un
tiempo en tercera persona en lugar de “yo” o “a mí me…”.
En lugar de decir, ” voy a
almorzar”, diga, “ella va a almorzar,” (refiriéndose a usted mismo), o, “ésta
va a almorzar”" Haga esto con un amigo durante una hora, la tarde, o todo
el día. Elimine el uso de todos los pronombres personales (yo, me, nosotros).
¿Por ejemplo, ” ¿Cómo está éste (o esto) hoy? ¿Quiere él ir al parque “?
Experimente impersonalmente el cuerpo, las historias, y las preferencias que
piensa tener.
5. Hablar en tiempo presente.
Llegue a ser consciente de cuán a
menudo sus conversaciones se centran en el pasado o el futuro. Dese cuenta de
que verbos utiliza: Fue, hizo, será, irá, etc. Hablar del pasado en el presente
es volverlo a despertar y recrearlo completamente en el presente en nuestras
mentes, y entonces nos perdemos lo que está presente para nosotros ahora.
Hablar del futuro es crear y vivir con una fantasía. Si quiere experimentar
miedo, piense en el futuro. Si quiere experimentar vergüenza y culpabilidad,
piense en el pasado.
6. Fregar los platos
“Fregar los platos” es una
práctica para aprender a amar la acción que tiene delante de usted. Su voz
interna o su intuición le guía durante todo el día para hacer cosas simples como
fregar los platos, conducir para ir a trabajar, o barrer el suelo. Permite la
santidad de la simplicidad. Escuchar su voz interna y después actuar siguiendo
sus sugerencias con absoluta confianza crean una vida más graciosa, libre de
esfuerzos, y milagrosa.
7. Escuchar la voz del cuerpo
El cuerpo es la voz de su mente,
y le habla con movimientos físicos como contracciones musculares – como tics,
punzadas de dolor, cosquillas y tensión, por nombrar unos pocos. Vuélvase
consciente de cuán frecuentemente usted se quita la paz o la quietud. Practique
la quietud y deje a su organismo decirle donde su mente se contrae, no importa
cuán sutil pueda ser la tensión. Cuándo advierta una sensación, indague dentro,
“¿Qué situación o pensamiento contraído provoca esta sensación física? ¿Estoy
desalineado con mi integridad en esta circunstancia, y si es así, dónde? ¿Estoy
dispuesto a dejar ir esta creencia o pensamiento que provocan esta contracción
de mi cuerpo?” Escuche y permita que las respuestas le guíen, y regrese a la
paz y la claridad interiores.
8. Informarse a si mismo
Este ejercicio puede ayudar a
sanar miedos y temores. Ejercítese en informarse a si mismo de los
acontecimientos en los que se encuentra inmerso como si se tratase de un hecho
noticioso del que usted es el reportero.
Infórmese exactamente del entorno
y de qué está ocurriendo “en la escena”. El miedo es siempre el resultado de
proyectar una recreación del pasado en el ahora o en el futuro. Si se encuentra
atemorizado, encuentre la creencia de fondo e indáguela: “¿Es cierto que
necesito tener miedo en esta situación? ¿Qué es en realidad lo que físicamente
está ocurriendo ahora mismo? ¿Dónde está mi cuerpo (las manos, los brazos, los
pies, las piernas, cabeza)? ¿Qué veo (árboles, paredes, ventanas, el cielo)?”
Despersonalizar nuestras
historias nos da una oportunidad para mirar las condiciones más objetivamente,
y escoger nuestras respuestas para lo que nos trae la vida. Vivir en nuestras
mentes creyendo en nuestros pensamientos falsos, es un buen camino para
asustarnos de muerte, y puede aparecer en forma de vejez, cáncer, degeneración,
presión alta, etc.
9. Escuchar literalmente.
Ejercítese en escuchar a los
otros en el sentido más literal, creyendo exactamente lo que oye, y haga todo
lo que pueda para resistirse a caer en sus propias interpretaciones sobre la
información que comparten con usted.
Por ejemplo, alguien le podría
elogiar diciéndole que es usted muy guapo, y usted lo interpreta suponiendo que
la persona guarda alguna intención oculta. Nuestras interpretaciones sobre lo
que nos dice la gente son a menudo mucho más dolorosas o atemorizantes que lo
que nos dicen en realidad. Podemos lastimarnos con nuestros errores de
interpretación y nuestro pensar por otros. Intente confiar en que aquello que
le dicen es exactamente lo que quieren decir: ni más, ni menos. Escuche bien a
las personas. Refrénese cuando quiera terminar una frase para alguien ya sea en
voz alta o en su mente.
Escuche. Puede asombrarnos oír lo
que sale cuando permitimos a otros completar sus pensamientos sin
interrumpirles. Además, cuando estamos ocupados pensando en que sabemos lo que
están a punto [de] decir nos perdemos lo que realmente dicen.
Quizá le gustaría reflexionar
sobre estas preguntas: “¿Qué puede estar amenazado si escucho y oigo
literalmente? ¿Interrumpo porque no quiero saber realmente lo que tienen que
decir? ¿Interrumpo para convencerlos de que yo sé más que ellos? ¿Estoy
tratando de dar una imagen de auto confianza y control? ¿Quién sería sin la
necesidad de poseer esas calidades? ¿Existe algún temor a parecer poco
inteligente? ¿Me abandonaría la gente si la escuchase literalmente, y dejase de
involucrarme en más juegos manipuladores?”
10. Hablar de manera honesta y
literalmente.
Hable literalmente. Diga lo que
quiera decir sin justificarse, sin deseo alguno de manipular, y sin preocuparse
por cómo puedan interpretar sus palabras. Practique el no tener cuidado.
Experimente la libertad que esto trae.
11. Observar el juego
Imagínese en un balcón,
observando su drama favorito sobre usted y lo que le aflige.
Mire la historia en un escenario
debajo. Advierta de que modo ha sido representado centenares de veces, quizás
miles. Obsérvelo hasta que llegue a estar aburrido.
Los artistas tienen que exagerar
sus partes para conservar su atención. Percátese de cuando su aburrimiento sea
sincero, levántese del asiento, abandone el balcón, y salga del teatro. Sepa
que siempre puede volver a visitarlo. ¿Quién sería usted sin su historia?
12. Observar una segunda versión
del juego.
Describa su historia desde los
ojos y la mente de otro. Escriba tantas versiones distintas con tantos
resultados diferentes como guste. Advierta que nota.
13. Ejercer la polaridad.
Si se encuentra haciendo hincapié
en un pensamiento negativo, ejercítese en ir al extremo positivo opuesto o
polaridad. Cuando se encuentre de nuevo deslizándose en la negatividad, escoja
otra vez regresar a la polaridad positiva y esté presente en su elección
conscientemente; Sienta la verdad de ella.
Hay sólo amor, y lo que no
aparece como amor es una llamada disfrazada para el amor. Es su derecho de
nacimiento vivir en la polaridad positiva del amor y la verdad.
14. Proceso de amarse a si mismo.
Haga una lista de todo lo que ama
de alguien y compártala con ellos. Luego, regálese asimismo todo lo que está en
la lista. Usted también puede reconocer que eso que ama de alguien es igual de
verdadero en usted. Luego permita que le llene para que sea expresado en su
vida.
15. Moverse honestamente.
Practique actuar y responder
honestamente. Reír, llorar, gritar, y hablar según lo que es genuinamente
verdadero para usted en cada momento. Volver a ser un niño; Actúe en total
sinceridad con sus sentimientos. No permita que las creencias la comprometan.
Por ejemplo, abandone una habitación limpiamente sin manipular a aquellos que
abandona con una excusa educada. Viva su verdad sin darse explicaciones a usted
mismo.
16. Pedir lo que desea – Darse lo
que desea.
Pida lo que quiere, incluso
aunque pueda sentirse atrevido o abochornado. Las personas no saben lo que
usted quiere hasta que se lo pide. El acto de preguntar es una confirmación de
la conciencia de que usted merece tener lo que desea. Si los otros son
incapaces o reacios para avenirse a su petición, entonces dese eso que pide usted
a si mismo.
17. Conciencia de sí.
Identifique que quién hay delante
de usted es usted. Más allá de todas las apariencias y las personalidades está
el ser de bondad, que es usted. Recordar su presencia en todas las formas le
traerá inmediatamente al momento presente, en el respeto de la plenitud
interior de ese lugar. La persona ante usted es una oportunidad para conocerse
asimismo. El corazón desbordado de amor y gratitud, humildemente diciendo “Oh
sí, esta persona o situación están aquí para que yo pueda aprender quién soy”.
18. Gratitud a si mismo.
Durante veinticuatro horas, deje
de buscar afuera para afirmarse. Del otro lado resultará la experiencia de la
gratitud.
19. El espejo vanidoso.
Si desea ver quién no es, mírese
en un espejo. Úselo solo una vez al día. ¿Quién sería sin su espejo?
20. Más allá de la justificación.
Comience a advertir cada cuánto
da aclaraciones o se justifica a si mismo, sus palabras, acciones, sus
decisiones, etc.
¿A quién está tratando de convencer? ¿Y cuál es la historia que está
perpetuando? Caiga en la cuenta de su uso de la palabra “porque” o “pero”
mientras habla. Detenga su frase inmediatamente. Comience de nuevo. La
justificación es un intento de manipular a otra persona; decida permanecer
callado y ser sabio.
21. El regalo de la crítica.
Las críticas son una oportunidad
increíble para crecer. He aquí algunos pasos sobre cómo recibirlas y
aprovecharse de ellas. Cuando alguien le diga que está equivocado, horrible,
negligente, etc., Diga, ” Gracias, ” ya sea en su mente o en voz alta a esa
persona. Este pensamiento inmediatamente le coloca en un espacio donde podrá
disponer de oír y usar la información de un modo que le puedan servir. Tras la
crítica, pregúntese,”¿Me duele?” Si la respuesta es “sí,” entonces es que alguna
parte de usted también cree en ella. Saber esto le da la oportunidad para
corregir esa parte que encuentra inaceptable dentro de usted mismo. Si quiere
dejar de ser vulnerable a las críticas, entonces enmiéndelas. Este es el último
poder para dejar ir todo concepto. Ir desprotegido significa que ya no podrá
ser manipulado porque no habrá un sitio donde las críticas puedan adherirse.
Eso es libertad.